martes, noviembre 14, 2006

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EL CARDENAL
Otto Preminger
1963


SINOPSIS: Tras ser ordenado sacerdote, Stephen regresa a su Boston natal. Empieza para él un arduo camino donde su fé será puesta a prueba por la política de las altas esferas eclesiásticas.

Posiblemente, a unos os sonará Preminger por sus grandes obras "Cara de ángel" o "Anatomía de un asesinato", protagonizada por el inmortal James Stewart; a otros, más clásicos, por la codirección que realizara junto a Ernst Lubitsch en la fallida (todo hay que decirlo) "La dama del armiño". Sea como fuere, yo selecciono para esta entrada "El cardenal", por su ineludible carácter polémico tanto en el ámbito social, como en el político y el religioso.

El papel protagonista (Tom Tryon), así como el resto del reparto (Romy Schneider, Carol Lynley, Jill Haworth y otros), están maravillosamente representados, encendiendo esa luz que la película precisaba para deslumbrar. Se nos muestran escenas llenas de buen dramatismo, sobrecogedoras (como en la escena de los fotogramas de la izquierda, cuando, al final de la película, el cardenal recuerda sus vivencias; indicado ésto con esa lenta superposición de imagen).
Es, así pues, un filme que, sin duda, nos da que pensar acerca de muchísimos dilemas a los que Stephen debe ir enfrentándose: desde el tema del aborto al de la separación Estado-Iglesia, pasando por los métodos nazis o el Ku Klux Klan. En ocasiones, el protagonista antepondrá sus deberes como sacerdote y las "leyes de Dios", pero en otros, para bien o para mal, su lado más mundano se impondrá.
La fotografía esta cuidadosamente tratada desde la primera escena, en la que ya se nos muestra calidad técnica en las angulaciones, la planificación, el montaje y, por supuesto, la fotografía.
Argumento impecable, técnica sobresaliente. Peeeero sí tiene pegas. Hay determinadas secuencias en las que Preminger se recrea demasiado a mi parecer, siendo que éstas carecen de importancia en el contexto general de la obra; eso sí, nunca llega a aburrirnos. Además, se producen ciertas incoherencias en el carácter de Stephen que dudo sean hechas a drede, pues cuando éste ha sido el caso se nos ha hecho saber claramente.
Resumiendo: dilemas personales, insufrible angustia, problemas familiares, dudas de fe y discrepancias políticas; todo un apetitoso cóctel trabajado desde una pulida técnica.
Poco más me queda que añadir, así que terminaré recomendando a todos, como siempre, verla en versión original, pues no vale la pena hechar a perder ni ésta ni ninguna otra película a causa de un doblaje que la desmerezca (bueno, las de David Zucker da igual que las veamos dobladas o no jeje).

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1 Comments:

Blogger Maggie said...

Ufff... casi ni me acordaba de esta peli... ni de la última vez que la vi. Gracias por refrescarme la memoria. :)

7:55 p. m.  

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