sábado, diciembre 30, 2006

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¿POR QUÉ BUSTER KEATON NO SE REÍA NUNCA?

Y DEMÁS HAZAÑAS


Varias cartas de admiradores habían llegado al despacho de Fatty Arbuckle (izquierda, junto a Keaton) con esa misma pregunta: "¿Por qué no se ríe nunca ese hombrecillo que aparece en sus películas?" Fatty, que hasta entonces no se había dado cuenta, visionó las tres cintas que habían hecho juntos y comprobó que era verdad.
En la siguiente le ordenó que sonriera en la secuencia final, pero el público abucheó la escena. En ese momento Fatty y el propio Keaton decidieron que ya no se reiría jamás y lo impusieron por contrato. Se habían dado cuenta de que cuanto más serio permanecía el actor, más se reía la gente.

Joseph Frank Keaton era hijo de una pareja de actores de vodevil. Con tres años el niño se le cayó a su madre por las escaleras y el mago Houdini (derecha), que era el jefe de la compañía en la que trabajaban, exclamó al ver la caída: "What a buster!" ("¡Vaya porrazo!"), y con ese nombre, "Buster", quedó rebautizado.
El número de los Keaton consistía básicamente en hacer caer al niño, estrujarle, zarandearle e incluso lanzarle contra el público sin que el pequeño moviera un solo músculo de la cara. Así que, con su experiencia como "bayeta humana" (ése era el nombre por el que se le conocía en el mundo de la farándula), Buster no tuvo muchos problemas para cumplir luego, de mayor, el contrato que le obligaba a permanecer serio.

Keaton creó un estilo cómico único basado en el estoicismo. Su inexpresividad chocaba con la disparatada actividad en la que se veían envueltos sus personajes: viajando por los peligrosos rápidos de La ley de la hospitalidad (1923), acosado por cientos de mujeres en Siete ocasiones (1925), penetrando literalmente en el interior de una pantalla en El moderno Sherlock Holmes (1924) o conduciendo una locomotora a través de las líneas enemigas en El maquinista de la General (1926).

Sus personajes se movían entre el heroísmo y la resignación. Siempre sin una sonrisa. Además, contaba con una increíble capacidad física. Él mismo realizaba en la pantalla los ejercicios más peligrosos sin utilizar nunca dobles. Todo ello hizo de él una de las estrellas más populares, ricas y de mayor éxito de los años veinte.

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16 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Madredelamorhermoso, pobre criatura :S No me extraña que con esa experiencia infantil tan traumática no se riera. A ver quién es el guapo al que le quedaban ganas XD

Por cierto, Fatty Arbuckle también fue otra figura rodeada de leyenda, aunque en su caso mucho más sórdida, por el tema de la presunta violación y asesinato de Virginia Rappe (también qué oportuno el apellido), cuyo escándalo hundió su carrera.

5:48 p. m.  
Blogger M.M. said...

Jajajaja! Ya te digo, Marnie! Pobrecillo, sólo le faltaba que lo usaran como hombre bala... La de su infancia es una anécdota de esas que no sabes si llorar de lástima o escojonarte de risa... El, por lo visto, ésta última opción ni se la planteó.

En cuanto a Arbuckle, bueno, creo que es mejor hablar de asuntos más banales; aunque sí, menudo apellidito tenía la chavala!

Un saludicoo!!

6:50 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Vaya, cierto que con cara seria tiene más gracia.... pero el sobrenombre español que le vino por eso es tan injustillo... joer, que lo de pamplinas suena mal de narices! XD

9:21 p. m.  
Blogger Cowboy en paro said...

Eso de no reirse nunca lo hacia tambien Eugenio,vaya careto ponia ese hombre tambien.

11:59 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Me encantan todas estas historias son fantásticas. Creo que te voy a enlazar ahora mismo para estar atento a ellas

Sobre esta, además de recordarme al menos indirectamene a la famosya leyenda de La Garbo ríe, he de decir que es la pura historia del paria. Sin que él lo fuera por supuesto, pero el público necesitaba creerlo para ridculizarle

Feliz 2007!

1:19 a. m.  
Blogger M.M. said...

Freddy, la verdad que lo de Pamplinas es muy curioso, sólo hay que fijarse en la traducción de su película "Buster Keaton: the shaphead" por "Pasión y boda de Pamplinas", ¿a quién se le ocurriría!

Jaja! Sí Marce, lo de Eugenio también tiene su miga. Como él mismo decía: "sólo me río cuando cobro" xD Buen tipo el Eugenio.

Me alegro mucho de que te gusten estas historias, PequeñoIbán! Tengo todavía muchas más por contarte ;) Gracias por el enlace.
Es cierto lo que dices, queramos que no, sin el factor del ridículo el cine mudo y su contexto, tanto artístico como histórico, no tiene ningún sentido; así somos los humanos.

Saludoss!! Y feliz 2007!!

3:28 p. m.  
Blogger pirx said...

"Cara de palo", así se le conocía, y no era para menos. Evidentemente es mucho mejor que "pamplinas", pero yo me quedo con Buster, simplemente.

En sus películas su cara es el único punto fijo al cual agarrarse en medio de todo el caos que, a su pesar, siempre acaba por provocar. ¿Por qué no se reía? Quizá no había motivo.

¿En una competición de slapstick quién ganaría, Buster o H. Lloyd? Yo me quedo con el tipo serio, por su puesto.

7:21 p. m.  
Blogger señor austin powers said...

¡Lo bueno que son los traumas para crear genios!. Mira Hitchcock, que los amigos polis de su papa le dieron un susto de muerte encerrandole en la carcel. Enhorabuena por su blog

8:07 p. m.  
Blogger Cinéfila said...

Muy interesante la historia de Buster Keaton. Un saludo desde http://cinefilaporcompasion.blogspot.com/

6:44 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Vaya, sí que Pamplina es mejor que Cara de palo.... pero juer vaya apodos, si uno es malo el otro peor!

9:07 p. m.  
Blogger M.M. said...

Pirx, sin duda ganaría el pampli, aunque tuviera que recurrir para ello a sobornos o demás tretas.

Estoy totalmente de acuerdo con usted, señor Powers. A ver si algún día me pegan a mí también un buen susto y me cae la inspiración. Y gracias ;)

Gracias por pasarte por aquí, Cinéfila, ahora te visito.

Freddy, la verdad que el mundo de los apodos es un campo realmente curioso, puede que un día dedique una entrada a ello.

Un saludínnn!!!

9:13 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Historias geniales las historias del cine.

Gracias por contárnoslas.

Un saludito.

1:29 p. m.  
Blogger M.M. said...

Gracias a ti por volver a venir, Josmachine, me alegro mucho de que os gusten este tipo de historietas! Prometo ir contandooslas con asiduidad.
Un besito!

4:15 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

¿No se rompió nada?

Quizás sea porque soy de otra época pero gracia lo que se dice gracia, no me hace mucha.

11:20 a. m.  
Blogger M.M. said...

Mikyma, no tengo datos de ese hecho.
Y bueno, lo gracioso, lo aburrido, lo terrorífico, lo nauseabundo o lo adorable tiende a entenderse de distintas formas por las distintas personas.
Un saludo!

1:19 p. m.  
Blogger JLO said...

Buster Keaton es lo mas grande q existio... y existira... sin dudas...

abrazo y lindo post del genio...

Cuando el arte ataque

11:00 a. m.  

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